Para conservar esa delicada piel y su cuerpazo, esta guapa mulata se baña en leche como si de Cleopatra se tratase. Pero hay algo que la mantiene así de sexy de un modo mucho más eficaz y es el sexo. Por eso, nada más terminar su particular tratamiento, sale del baño en busca de su novio y se prepara para un buen polvo interracial, donde esa polla blanca penetra su coñito de ébano, para darle otra buena dosis de leche, aunque distinta a la de la bañera.