Aunque siempre dice que es un profesional, a este profesor de yoga se le ha ocurrido una forma de ganar aun más dinero con sus clases. Lo hace colocando una cámara oculta en el salón de su casa, donde ejercita a muchas de sus alumnas. Con una de ellas y tras ayudarla a estirar, termina convenciéndola para follar y el resultado final, es un vídeo porno casero que pronto acaba en la red y que consigue darle un dinerito extra.