Parece que esta rubia un tanto pija no mide lo que se gasta y hoy, se ha pasado de la ralla yendo de compras. Su marido está cabreado porque no quiere que malgaste el dinero, pero la muy golfa va a conseguir que se olvide de todo el asunto. Lo hace como mejor sabe, zorreando con él e incluso, dejándole meterle una follada anal que deja su trasero abierto como nunca.