Con el marido de viaje por trabajo y sin nada que hacer, esta madura decidió aprovechar el espléndido día de sol para ponerse morena y gozar de un baño en la piscina. Pero en un momento dado, apareció el joven limpia piscinas para hacer su trabajo y ella, encontró un entretenimiento mucho mejor. Con su bikini y ese cuerpazo que gasta, la cuarentona acabó poniéndosela muy dura, tanto que al verla no dudó en pedirle al chaval que se la metiese por detrás.