Puedo considerarme un tipo con suerte, ya que hace poco me he echado novia y es una zorra. No porque flirtee con otros, sino porque el sexo le encanta y no hay día en el que no follemos. De hecho, decidimos sacar provecho de ello y llamamos a una productora porno, para que nos grabase follando y ganar un dinerito colgando nuestro vídeo casero en la red.