Todos mis amigos me dicen que tengo una cara muy dulce, pero en realidad en la intimidad soy una chica muy guarra y golfa. De hecho, hoy voy a pedirle a mi chico que acabe con mi virginidad, pero no la de mi coño que ya está más que superada sino con la de mi culo. Y es que me siento con ganas de probar el sexo anal por primera vez y esa tarde, solo quiero su rabo dentro de mi ojete, el cual terminó abierto y perforado hasta el fondo.