La golfa de Tania Gomez está acostumbrada a grandes rabos, pero un a un pollón como el que le ponen para grabar hoy. La chica se queda asombrada con ella y al mismo tiempo, deseosa de probarla por su coño de una vez por todas. Primero la chupa como puede, a pesar de que apenas le cabe en la boca semejante herramienta y luego, se abre de piernas y recibe unas embestidas brutales que dejan su coño dolorido y al mismo tiempo, bien satisfecho.