Hace poco que este matrimonio contrató a una sirvienta para que hiciese las tareas domésticas, ya que los dos trabajan y no tienen mucho tiempo para limpiar. Al mismo tiempo, colocaron una cámara oculta, por si la chica tuviese las manos largas y se le ocurriese robar algo. Una tarde cuando le dio por revisar una de las grabaciones, el marido se encontró con una sorpresa y es que su mujer se había enrollado con su empleada, comiéndose los coños en una sesión lésbica que no se esperaba ver.