Siendo sincero, este tipo no contrató a esa nueva sirvienta por lo bien que limpie, sino más bien porque está buenísima. La joven latina está cañón y él se deleita viendo como ese cuerpazo saca brillo a sus muebles. Pero hoy lo que acabará limpiando será su rabo, en una follada que la golfilla buscó, intentando que le subiese el sueldo.