Esta pareja aprovechó al máximo uno de los viajes que hicieron en unos días libres que tuvieron. Visitaron paisajes míticos, probaron los platos más exóticos… pero también tuvieron tiempo para golfear. De hecho en uno de sus paseos, acabaron dentro de un edificio abandonado y a medio construir, donde la chica no tuvo reparos en echar mano del rabo de su novio para sacarle brillo allí mismo. Podrían pillarles en cualquier momento, pero para ellos eso simplemente le daba más morbo a esa sesión de sexo oral en público.
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