Se suponía que Adriana Chechik iba a quedar con su amiga para salir a correr y hacer un poco de ejercicio juntas. Pero cuando la llamó por teléfono le dijo que tenía una sorpresa y como no, acudió a su casa para ver de que se trataba. Cuando llegó, la rubia le mostró un arnés y un pedazo de polla de plástico, que dejó los ojos de Adriana como platos. Así que nada más verlo y tras entrar en calor con ella comiéndose los coños, le puso su culo en bandeja para dejárselo penetrar a conciencia.