Si hay algo que tienen en común estas chicas alemanas, es su pasión por el sexo más casual. Todas siempre habían pensando en ir a un club swinger a follarse al primero que pillaran, así que decidieron probar la experiencia juntas. Primero se besaron y se metieron mano entre si, para luego compartir varias pollas por turnos, disfrutando de una brutal orgía donde no daban abasto con tanta polla y de la cual salieron más que contentas, repitiendo pronto la experiencia.