La verdad es que me hacía mucha ilusión participar en un casting porno, no solo por el dinero, sino sobre todo por el morbo que me generaba. Siempre había visto a esas chicas follando delante de las cámaras y quise ser protagonista de una escena por una vez. Así que me planté con una sonrisa en la cara, dispuesta a todo y empecé por desnudarme para mostrar mis curvas. Luego vi como el cámara se acercaba y comencé a chupársela, para terminar disfrutando de su polla y gozando con un polvete que pronto terminó circulando por todas partes.