Aunque había ido a estudiar, este chico no pudo evitar fijarse en la bibliotecaria y sobre todo en el tremendo escote que llevaba. Empezó a grabarla a escondidas, hasta que la milf le echó la bronca por usar una cámara. Aun así se dio cuenta de como el chaval la miraba y cuando ya no quedaba nadie, le puso sus tetazas en la cara. Sucumbió a esa diosa y terminó agarrando sus pechotes, hasta sacarse la polla y echarle un buen polvo junto a las estanterías.