Quería darle una sorpresa a mi pareja y para ello, me puse mi lencería más sexy y fui a su despacho. En cuanto abrí la puerta y me vio luciendo mis curvas, se puso cachondo y al final, me agaché para chupar la polla de mi marido a conciencia. Con lo que no contaba es con lo que vino después, ya que sus amigos nos pillaron y él les invitó a participar. Yo estaba encantada con la idea y me comí todas sus vergas de rodillas en el suelo, hasta terminar preparada para recibir un bukkake en toda mi cara.