A escondidas de su profesor, esta colegiala gorda intentó ver sus notas y al ver que no eran las deseadas, quería cambiarlas allí mismo. Los de seguridad la acabaron pillando y ya estaban pensando en como castigarla. Ella no quería que se chivasen al director, así que lo que hizo fue ofrecerle sus curvas allí mismo. Ellos aceptaron el trato y terminaron follándosela en un trío en medio del aula, donde la muy zorra no paró de gemir gracias a ese par de rabos.