Como últimamente estaban aumentando los robos y ocupaciones, decidí instalar una alarma y llamé para que me mandasen a un técnico. Pero al mismo tiempo, pensé que podría ser un buen momento para sacar a a relucir mi zorrería. Por eso mismo coloqué una cámara oculta y me propuse seducir al chico, dejando que se cobrase por su trabajo con sexo. Cuando se lo propuse, aceptó encantado y los dos terminamos follando por todo el salón, logrando así una escena con la que me saqué unos euros tras colgarla en internet.