Cuando en su momento probó el sexo anal, esta colombiana lo disfrutó tanto que ahora no quiere otra cosa. La chica no termina jamás un buen polvo sin pedirle al follamigo de turno que se la meta por detrás y como no, hoy no iba a ser una excepción. Así que tras lucir ese trasero tan rico a cuatro patas y en lencería, se preparó para gozar una vez más por su ojete y dejó que su amante le diese duro por el culo, gimiendo de puro gusto mientras dilataba su ano con ese rabo tan gordo.