El marido de Dee Williams quiso invitar al nuevo vecino mulato a comer, aunque a la madura no le daba buena espina el chaval. Mientras almorzaban, el chico empezó a acariciar sus piernas bajo la mesa, pero ella intentó evadirse hasta irse a la cocina para lavar los platos. El negrito la siguió y por sorpresa, empezó a acariciar sus pechos y le bajó las bragas, para saborear su coño y terminar por darle duro con su inmenso rabo, algo que sin duda la milf agradeció e hizo cambiar su opinión respecto al chaval.