Después de quedar todas juntas con varios follamigos, estaba claro que estas golfas iban a experimentar una orgía con ellos. La idea estaba claro y una vez en situación, no hubo ninguna de ellas que no pidiese sexo anal a sus amigos. Y es que como más disfrutan, es con un buen rabo por el culo y al final, todas terminaron con el ojete bien abierto y dilatado. Les dieron con ganas y los gemidos fueron tan fuertes, que más de un vecino pudo oírlas a kilómetros de distancia.