Tras volver a estar sin pareja, esta divorciada tetona ha decidido soltarse la melena y disfrutar de todo el sexo que no pudo tener mientras estuvo casada. Por eso la rubia queda con un chico mulato que ha conocido a través de una página de contactos y que termina dándole a probar su pollón en el sofá. El chico se queda de piedra al ver los pechotes de la señora, la cual no para de pedirle que le de duro a su coño hasta terminar con toda su lefa recorriendo esas nalgas tan ricas.