En la empresa buscaban a dos nuevos chicos para que se encargasen del almacén y debían ser grandotes y fuertes. Encargaron a esta secretaria la búsqueda y parece que dio con los hombres adecuados, dos negros cachas a los que entrevistó. Pero por esa mente pervertida lo único que pasaba, era la idea de saber como eran sus rabos y para contratarlos de manera definitiva, quiso vérselos. Eso sí, cuando los mulatos le mostraron sus atributos, ella no dudó en probarlos, en un trío interracial en medio de la oficina.