El marido de Stacey Saran sospechaba que le estaba siendo infiel y necesitaba pruebas de ello, así que decidió contratar a un investigador privado que puso cámaras en su casa. En un principio no vio nada inusual, hasta que un día pilló al vecino colándose y yendo directamente a por la rubia. Ella empezó a chupársela en el baño y terminó montando su polla en medio de la sauna, dándole duro y gozando de una polla bien grande que la dejó más que satisfecha.