Aunque estaba muy concentrada mirando el móvil en mi cuarto, empecé a escuchar unos ruidos muy extraños que parecían gemidos. Al parecer se trataba de mi hermanastro, el cual estaba en la habitación de al lado follando con otra chica. No sabía muy bien que hacer, pero empecé a ponerme cachonda y decidí usar mis dedos para masturbarme un rato. Poco a poco me fui poniendo cada vez más cachonda y al final, terminé abierta de piernas en el suelo de mi habitación, pajeándome con uno de mis juguetes después de escuchar a la parejita darle al sexo.