Con su bikini puesto y preparada para ir a la playa, Gabbie Carter esperó a su chico en casa y enseguida se subió a su coche. Pero antes de nada, le sorprendió con un nuevo juguete con control remoto, con el que él podía provocarle unos buenos e intensos orgasmos. La tetona acabó tan cachonda que al final, cambiaron los planes y se pusieron a follar en el asiento trasero del coche. El chico rindió como un semental y de hecho, terminó corriéndose dentro de su coño varias veces hasta dejarlo bien relleno.