Mientras buscaban una prenda que les sentara bien, Gina Gerson y su amiga se metieron en los probadores para ver como les iba quedando las faldas y los tops tan sexys que habían pillados. Lo que pasa es que al verse desnudas, no pudieron evitar el calentón brutal que llevaban encima y sobre todo solo de pensar en follar en la tienda, despertó en ellas unas ganas brutales. Se metieron mano e intentaron no hacer demasiado ruido, hasta saborear sus coños mutuamente y correrse juntas en un lugar público.