Cuando esta golfa latina llegó a su primer casting, quedó claro que no era como el resto de chicas que suelen presentarse. No era nada tímida y sabía a lo que iba, queriendo demostrar de lo que era capaz desde el primer instante. Primero enseñó sus pechos naturales y dejó al cámara embobado con ese piercing que llevaba en uno de sus pezones. Pero el que se llevó la mejor parte fue el chico que pudo probar su coño, ya que pudo disfrutar en sus propias carnes lo zorra que esta morena era a la hora de follar.