Pensaba que nadie la vería desnuda en el bosque, así que esta gorda pelirroja se puso cómoda y empezó a tomar el sol. Pero al poco rato, un tipo muy cachas que había salido a hacer ejercicio la pilló, haciéndole compañía hasta ponerle crema en su delicada piel. La cosa se fue calentando entre los dos, hasta que la golfilla se llevó a la boca su polla para chupársela como una profesional. Luego se preparó para una follada bestial, llegando incluso a practicar sexo anal y gemir al aire libre mientras le perforaba el ojete.