Necesitaba pagar el aparcamiento y esta gorda tetona no pudo sacar dinero del cajero. Su tarjeta no funcionaba y no sabía que hacer, hasta que un chico apareció y le echó una mano ofreciéndose a darle la pasta. La chica estaba muy agradecida y a cambio, le invitó a su casa para tomar un café. Aunque lo cierto es que fue una excusa para quedarse a solas, momento que la obesa aprovechó para chuparle la polla y darle las gracias por su ayuda con un polvazo en el salón.