Una semana más, esta gorda tetona se paseó por unos bares para intentar no solo tomar algo, sino conocer si fuese posible a algún hombre interesante. Se fijó en un tipo maduro que estaba solo y empezaron a charlar, dándose cuenta de que era una persona muy interesante y que parecía fijarse mucho en su figura. Estaba claro que le gustaban las mujeres voluminosas y la rubia no quiso desperdiciar la oportunidad, así que tras tomar unas copas se lo llevó a casa y pasaron una noche de puro sexo entre las sábanas.