Aunque esta guiri tetona se había venido a nuestro país para visitar monumentos y probar la gastronomía local, lo cierto es que al final se llevó a la boca algo mucho mejor. Y es que estando de paseo, un chico se acercó para darle indicaciones y orientarla un poco aunque parece que aprovechó el momento para algo más. Ella se mostró muy simpática y parece que hicieron buenas migas, hasta que finalmente el chaval la invitó a su piso donde la muy golfa no tardó en sacarle brillo a su enorme rabo.