Hace tiempo que Janice Griffith lleva fantaseando con follarse a un mecánico que vive cerca de su casa. Cada día pasa por su taller para preguntarle que tal está y flirtear un poco, hasta que una mañana decidió coger el toro por los cuernos… o más bien su enorme polla. Y es que cuando lo tuvo tumbado bajo el coche, curioseó bajo sus pantalones y vio esa verga tan gorda, la cual comenzó a chupar. El chico no pudo contenerse y al final, dejó lo que estaba haciendo y le metió una follada allí mismo, con la que acabó con su calentón.