Luego hay gente que dice que las japonesas son chicas tímidas y muy recatadas en la cama… pues al menos estas dos no lo parecen. Y es que junto a un amigo en común con el que han quedado, se preparan para pasar una tarde de lo más morbosa en la cama. Las dos comparten su rabo y se van turnando para disfrutarlo en sus chochitos peludos, gracias a ese trío casero tan caliente que se echaron y donde le dieron mucho placer a este suertudo, el cual se tuvo que emplear bien a fondo.