Durante su patrulla, estos policías recibieron un aviso de un robo perpetrado por una chica de origen latino. Mientras iban conduciendo, dieron con una joven mexicana cuya descripción coincidía con la alerta, así que procedieron a detenerla. Ella aseguraba ser inocente, pero terminó con unas esposas y metida en el asiento de atrás. Mientras suplicaba para que la dejaran libre, acabó diciéndole a uno de ellos que haría lo que fuese para no ir a la cárcel. Así que le ofreció a uno de los agentes unas mamadas, para luego dejarle follarse su coño junto al coche y olvidar el asunto.