Años después de darle clase, Lexi Luna se reencontró con uno de sus ex-alumnos, el cual ahora trabajaba como repartidor. Fue a su casa a montarle un mueble y le recordó que le suspendió varias veces cuando asistía a sus clases. A ella poco le importó y decidió usar su poder de seducción, para tentar al chico en el cuarto de baño. Ella le generaba tanto morbo que terminó obedeciendo a todo lo que le pidió, hasta acabar cogiendo a esa milf tan caliente y follándosela en su sofá, dándose prisa para que el marido de la tetona no llegase a casa y les pudiese pillar.