Mientras estaba en la playa tomando el sol, Leyla Black vio como un chico se le acercaba y ligaba con ella de un modo descarado. La española no andaba con ganas de tanto parloteo, pero aun así le siguió la corriente ya que andaba con ganas de practicar sexo. Después de un rato a solas con él, le acompañó hasta un edificio abandonado que había cerca y sin que nadie les molestase, se pusieron a follar duro por cada rincón. Se empleó a fondo con semejante golfilla, que no esperaba que su nueva conquista fuese a rendir tan bien.