Siempre me han dicho lo guapa que soy y el cuerpazo que tengo, así que decidí intentar meterme a modelo, pero finalmente no cuajó. No daba el perfil según los expertos y al final, acabé optando por el porno para ganarme la vida. Sabía que la gente tendría mucho morbo por verme en acción y a mi me dio mucho morbo, así que di el paso y me presenté a un casting. Al principio estaba un poco intimidada pero al final, me solté la melena y disfruté de sexo ante las cámaras mientras me daban caña sobre una mesa.