Se suponía que esta mexicana había llamado a su chico para que le ayudase a estudiar para los exámenes, pero al final la joven empollona prefirió hacer algo mucho más productivo. Y es que al recibirle con esas gafas de intelectual, logró ponerle muy cachondo y como no podía ser de otra manera, no pudo desaprovechar el momento para follar con él. Así que dejó de lado sus libros y se quitó la ropa, para gozar de su rabo y de esa follada casera sobre el sofá de cuero.