Durante su trabajo como guarda de seguridad, este chico se fijó en una nueva obra de arte, en la cual aparecía una chica mulata con las tetas al aire. Estaba posando a modo de estatua y por un momento pensó que no era real, hasta que de repente movió las manos y le dio un susto de muerte. Pero lo mejor estaba por llegar, ya que la negra viciosa le pidió que metiese sus manos por debajo de sus bragas, para luego ella devolverle el favor con unas mamadas. La cosa se fue animando y finalmente, acabaron teniendo sexo y la chica pudo gozar de una polla blanca bien grande dentro de su coño de ébano.