Mientras disfrutaba del paisaje y de la playa, la hermosa Noemilk vio como un chico se le acercaba y le tiraba los tejos. Se ve que a ella también le gustó, ya que se fueron a un rincón apartado y sin mediar palabra, la negrita el comió la polla. Vio que estaba bien dotado y por eso, decidió aprovechar el tamaño de su rabo, para tachar el sexo anal de su lista de deseos y estrenar su culito en la cama y a cuatro patas.