Tocaba partido de fútbol y mi amiga colombiana y yo, quisimos añadirle un poco de picante al tema para hacerlo todo más interesante. Apostamos a la victoria de uno u otro equipo, por lo que vivimos el partido con más intensidad de lo normal. Al final, perdí la apuesta y cuando ella quiso cobrársela, lo hizo levantando su camiseta y haciendo que le comiese sus tetazas. No me esperaba tener que chupar sus pezones, pero lo hice con gusto hasta que finalmente, las dos terminamos cachondísimas y decidimos terminar la noche con una follada lésbica.