Después de poner a su novio muy cachondo, esta gordita se distrajo y le dejó irse al baño. El chaval estaba intentando acabar con su empalme echándose agua fría encima de la polla, pero al final la compañera de piso de su pareja encontró la solución. Fueron a la cama y la muy golfa le echó un buen polvo, hasta acabar pillados. Pero en lugar de echarle la bronca, lo que hizo esta gorda mulata fue unirse a la fiesta y terminar gozando de un trío casero en el dormitorio.