Lo último que se esperaba encontrar este chico al llegar a casa, era a su novia delante de un ordenador y golfeando. Pensaba que le estaba poniendo los cuernos con otro hombre pero resulta que la jovencita quería grabar porno para una productora. Creía que era una buena forma de ganar dinero extra y tras un rato discutiendo, le convenció para echarle una mano. Y es que al principio ella iba a posar desnuda y a masturbarse, pero con él a su lado prefirió follárselo y gozar de una escena a su lado que sin duda lanzó su carrera.