Tras ir a casa de su paciente mulato, esta sexy enfermera se vio tentada por su polla enorme. Ella fue para cambiarle las vendas y revisar esa lesión que tiene en la rodilla, pero se ve que el ambiente entre los dos se fue caldeando. El mulato pronto empezó a acariciar sus sexys piernas, hasta ponerla cachonda y acabar convenciéndola para que se metiese en la cama. En seguida la morena lo hizo, zampándose ese pedazo de rabo y disfrutándolo en su coño, en un polvazo interracial que sin duda fue de los mejores que ha echado.