Hace poco contrató a una secretaria de origen cubano muy sexy, pero que aun andaba bastante perdida en la oficina. No hacía los informes como era debido y encima, la última vez hasta derramó café sobre unos papeles. Estaba un poco harto de su actitud y pensó en despedirla, pero cuando la vio con ese escote tan pronunciado y con esa falda que realzaba su culazo, no pudo evitar meterle mano. Olvidó todas sus carencias y acabó subiéndola a su escritorio, hasta meterle una follada con la que seguramente la chic se ganó un buen aumento.