A la hora del sexo, tanto a mi amiga como a mi misma nos da igual practicarlo ya sea con un hombre o con una mujer. Somos bisexuales y aunque priorizamos una buena polla, de vez en cuando nos gusta pasarlo bien con una follada lésbica. Así que quedamos para darnos placer la una a la otra, llegando a experimentar fisting vaginal con nuestros coños. Nos metimos el puño entero, pero también le dimos un buen uso a varios consoladores y a una máquina con la que llegamos al orgasmo varias veces en la cama.