Con el fin de las clases, al fin podíamos relajarnos y disfrutar de nuestro tiempo libre. Nos apuntamos a varias fiestas y en una de ellas, conocimos a dos chicos de una hermandad, que quisieron tema con nosotras. Salimos por ahí a tomar algo y al final, les invitamos a nuestro piso. Todos sabíamos lo que iba a acabar pasando y finalmente ocurrió: una orgía casera donde las dos nos zampamos ambas pollas. De hecho se turnaron con nosotras y pudimos compartir sus vergas en una follada grupal que terminó siendo una de las mejores experiencias que hemos tenido.