Como no querían llamar la atención de sus vecinos ni que los pillasen haciendo guarradas, esta rubia tetona y su novio se fueron a un hotel lejos de miradas indiscretas. Así podrían tener intimidad y vía libre para hacer lo que les diese la gana, como por ejemplo darle al sexo usando una cámara para grabarse. La chica empezó por mostrarle sus preciosos pechos y tras chupársela, se apoyó en la ventana y disfrutó de las vistas, mientras su novio penetraba su coño sin parar. Fue un gustazo y quiso acabar a lo grande, dejando que se corriese en su boca y tragándose toda su lefa.