La tarde parecía que iba a ser aburrida entre estas dos amigas, pero al final encontraron la forma de entretenerse. Montaron una mesa de ping pong y echaron una partida, con lo que pasaron un buen rato y se divirtieron bastante. Pero luego y tras verles las braguitas a su amiga un par de veces, una de las dos chicas empezó a ponerse muy cachonda y dejó lo que estaba haciendo para mostrarse muy cariñosa con ella. Al final acabaron saboreando sus chochitos y masturbándose la una a la otra, gimiendo como dos golfas con cada orgasmo que se iban provocando mutuamente.