El plan de estas dos jovencitas incluía salir a patinar un rato y luego organizar un pequeño picnic. Cuando terminaron de hacer deporte, se relajaron sobre una toalla y comenzaron a comer, pero no precisamente lo que llevaban en sus mochilas. En lugar de tomarse los sandwiches, lo que se llevaron a la boca fueron sus propios coños, ya que estaban tan cachondas que no pudieron evitar hacerlo. Así que se quitaron la ropa y como no había nadie cerca, aprovecharon para darse placer en una follada lésbica al aire libre.